Comentario
La maya fue la cultura mesoamericana que alcanzó más elevados niveles de conocimiento aritmético y calendárico. Seguramente debido a la necesidad de asegurar la perpetuación de las dinastías en una región donde el dominio centralizado se veía permanentemente acosado, estas élites entroncaron su historia dentro de una concepción de tiempo a largo plazo, cuando sus compañeros de aventura intelectual en Mesoamérica sólo marcaban los ciclos de 52 años.
Es así como los mayas crearon la Cuenta Larga o Serie Inicial, que consistió en colocar sus acontecimientos históricos desde una fecha mitológica que corresponde al 12 de agosto de 3113 a. C. Siguiendo un sistema vigesimal de carácter posicional, los mayas utilizaron unidades denominadas Kin (día), Uinal (20 días), Tun (360 días), Katun (7.200 días) y Baktun (144.000 días). Es decir, múltiplos de 20 excepto la unidad de tercer orden en que se multiplicó 18 por 20 para acoplarse al año solar. Cada período fue identificado mediante un signo particular, de modo que se produjeron espléndidos trabajos de caligrafía. Puntos y barras acompañaron a cada signo, contabilizando grandes períodos de tiempo en los que situaron su historia.
Los mayas grabaron miles de fechas en sus manifestaciones artísticas, pero no todos los jeroglíficos tuvieron un significado ritual o calendárico, sino que a partir de los años 60 se ha descubierto el contenido histórico de muchos de ellos, de manera que hoy día se cuenta con una gran cantidad de listas dinásticas y acontecimientos de tipo político, ritual y administrativo. Desde entonces, nombres de ciudades y de individuos, de acontecimientos sociales, políticos, rituales y administrativos, han permitido trazar con bastante seguridad la historia de los mayas clásicos.
También los zapotecos del valle de Oaxaca registraron nombres y lugares, colocándolos en sus calendarios de 260 días, y en el Postclásico mixtecos y aztecas registraron sus genealogías en manuscritos pictográficos. Además, estos últimos se usaron para registrar cuentas administrativas del ingente tributo que revertía a Tenochtitlan desde todos los rincones de su imperio.